¿Gracias a Dios?
- por Alexis Castro
- 29 abr 2016
- 7 Min. de lectura

«Toda teología es una antropología.»
—Ludwig Feuerbach
El pensador: Este pensamiento lleva tiempo corrompiendo mi mente: Lo que a mí nunca me va a cuadrar es el porqué la gente alaba a Dios cuando aparece un sobreviviente en un desastre natural. Si nos vamos a la raíz del pensamiento cristiano, todo ocurre por obra del Creador. Entonces, gracias a Dios aparecen sobrevivientes, pero gracias a quién muere tanta gente en las desgracias [como por ejemplo en un terremoto].
El espiritual: Lo que pasa es que las personas con poco conocimiento espiritual [y digo espiritual, no religioso] ven la muerte como algo negativo. Nunca han estado en un plano astral o no recuerdan haber estado en un desdoblamiento involuntario. Desconocen que la muerte es un estado natural. Hay un infierno y un cielo, pero no es tan fácil de llegar a ninguno de los dos lugares; es un proceso del alma que lleva varias reencarnaciones.
El pensador: Pero entonces, ¿a quién agradecemos el que personas inocentes mueran sin ninguna razón aparente?
El espiritual: Lo que aquí se hace, aquí se paga. ¿Quién dice que eran inocentes? ¿La justicia del hombre? ¿Y si para Dios eran culpables, no en esta vida sino en la anterior?
El creyente 1: De la misma manera ocurrió con Israel cuando Moisés estuvo durante cuarenta días y cuarenta noches en el Monte Sinaí. El pueblo pensó que nunca volvería, y decidieron abandonar la fe y crear un cordero de oro. El pueblo decidió abandonar todo lo que Dios les había prometido. Dios quiso destruir todo el pueblo. Moisés le rogó que no lo hiciera. Dios le da el libre albedrío a Moisés para que eligiera. Esa noche murieron miles de personas [mujeres, niños, ancianos y hombres «de fe»]. Solo los que decidieron seguir a Moisés vivieron.
Es solo un ejemplo de lo que es la Voluntad de Dios, que es incuestionable. No la entendemos pero tiene un propósito. Si la gente agradece a Dios al sobrevivir una desgracia, pues agradecen porque entienden que Él decidió darles otra oportunidad de vida. Es como decir: «Gracias Dios porque decidiste que hoy mi vida no terminara; tendré una nueva oportunidad». Por otra parte, la vida no es más que un proceso, un capítulo. Si lo podemos ver así, los que creen en la vida eterna no tienen por qué temer a la muerte.
El pensador: Lo que a mí nunca me ha quedado claro es la supuesta «Voluntad de Dios» que nadie entiende y que se ha utilizado a través de la historia para matar personas, extinguir poblaciones y causar caos [todo en nombre de Dios]. ¿Por qué la Voluntad de Dios debe ser incuestionable? Yo lo veo como un medio de reprimir a la población con el hecho de que si te cuestionas la «Voluntad de Dios», tienes el infierno asegurado. Crean miedo y mantienen al pueblo sumiso. ¡El negocio perfecto! En siglos pasados, si estabas en contra, simplemente te mataban. Ahora no te matan físicamente pero te destruyen el ser. Te hacen vivir con miedo y te inhiben la capacidad de cuestionar tus propios pensamientos.
El creyente 1: La razón por la cual decimos que la Voluntad de Dios es inquestionable, es porque entendemos que las decisiones que toma Dios son divinas y no están al alcanze de nuestro entendimiento. ¿Por qué? Porque nosotros vemos que la vida es desde que nacemos hasta que morimos. No se trata de no pensar más allá y de vivir con miedo, sino más bien de que aceptemos las cosas tal y como nos suceden. Entender que todo tiene una razón de ser en el plan de Dios.
Por otra parte, lo de los asesinatos masivos y todo eso, claro que sí, en la Biblia misma los menciona, pero hay cosas y hay cosas. Muchísimos líderes a través de la historia se han dedicado a sacar de contexto muchas cosas. Han utilizado estos pretextos como excusa o motivo para cometer actos para su propio beneficio. Así, grupos como ISIS y Al Qaeda se esconden detrás del Corán para justificar sus actos de terrorismo, secuestros y violaciones. Pues de la misma manera en el cristianismo se han levantado falsos profetas.
El creyente 2: Lo que yo me pregunto es: Si Dios no existe, ¿por qué se molestan que alguien le dé gracias a Él?
El pensador: Pero, ¿en qué punto del pensamiento inicial o de los posteriores comentarios, se ha dudado de la existencia de Dios? De hecho, tu planteamiento no ha sido articulado de la manera correcta.
El creyente 2: En ninguno, pero estoy casi un 90% seguro que si alguien dice que es gracias a la Tierra que estamos vivo —por ejemplo— nadie diría nada.
El pensador: Ese es el punto que quiero debatir. Si le agradecemos a Dios por salvar a una niña entre los escombros, ¿a quién le debemos agradecer por crear esos escombros y ese desastre?
El antropólogo: Claude Lévi-Strauss, en su articulo La gesta de Asdiwal, deja claro dos cosas: Primero, si el ser humano no está en favor de los dioses, lo que le espera es la muerte [y eso es lo que te hace creer en entes superiores, por miedo a morir desolado]. Y segundo, si estás con los dioses, pues saldrás victorioso porque estás de su lado.
Yo, como materialista histórico, puedo decir que el aclamado Moisés, históricamente no está datado. Por consiguiente, no existe. Me están hablando de un zombie en la Biblia y sus enseñanzas. La religión se basa en imposiciones y en la esperanza de las personas. Nadie te va a decir que Dios es el culpable, porque son tan conformistas que si se salva alguien Dios es bueno, pero si se mueren no te dicen, «Oh Dios, gracias por la muerte de esta persona», simplemente te dicen: «Si Dios así lo quiso, así será».
Por favor, no seamos tan cerrados y vamos a llevar esto a otro punto. Esto se llama demagogia [aludir al sentimiento de las personas, el cual yace en el subconsciente y puedes dominarlo desde allí]. Como hizo Luis Muñoz Marín con el pueblo ofreciéndole pan, tierra y libertad, a un pueblo que moría de hambre. La Biblia te da una visión bonita de lo que son las cosas y la emulación de la vida de Jesús de Nazaret. Aquí las personas no se atreven a dudar del pensamiento de este ente fantástico y mitológico porque como dijo Levi-Strauss, morirás sino estás con los dioses. Es sencillo, hay que dejar de ser conformistas y poder disceminar nuestras ideas y planteamientos de un libro escrito hace miles de años, que es totalmente machista, opresor y demagogo [en todo el sentido de la palabra]. Cuando tengas dudas, haz como dice su Biblia, arraza con el mundo como hizo Dios en una de esas rabias de acabar con el mundo [como el pasaje del arca de Noé].
El pensador: Filósofo, me gustaría conocer tu percepción respecto a lo estipulado por el antropólogo.
El filósofo: Para expresar mi «perceptio», es decir, mi percepción [la acción y efecto de capturar por completo todas las cosas], debo hacer referencia al «post» inicial y adentrarme al contexto de la discusión. Entiendo que las primeras reacciones que se han dado al «post» génesis [original], no responden a la inquietud establecida en tal postulado. O más bien se apartan del pensamiento que ha sido desvelado. Yo también me he planteado la cuestión de que cuando ocurre algo bueno, la gente dice «gracias a Dios», pero cuando sucede algo malo, dice «Dios lo ha permitido». Y es de esperar que cuando acaece una desgracia, no seamos agradecidos. Ser agradecido en un momento así, sería contra-intuitivo. De que hayan personas que le agradezcan a Dios por sus desgracias —ya que entienden que todas las cosas obran para bien— eso es otro cantar [Romanos 8:28]. Creo que el problema no es tanto el de a quién hay que agradecer en una catástrofe o desgracia, ya que de un acontecimiento así no hay por qué mostrar gratitud a nadie [a menos que sea un loco o por las razones que ya indiqué]. De hecho, ser agradecido en una desgracia, sería una contradicción etimológica. La palabra «des-gracia» viene del latín «gratia» y del prefijo «des» que significa «negación». Es decir, la desgracia es la negación de la gratitud. Donde hay desgracia no hay gracia. Por eso para mí el problema fundamental no es el del agradecimiento, sino el del agente causal. En otras palabras, ¿quién es el ente que ha provocado tales acontecimientos? Responderé esta pregunta más adelante.
En lo concerniente a la gente que dice «gracias a Dios» en un momento agraciado, debemos sustituirlo —para beneficio de nuestra discusión— por «Dios lo hizo». Ahora esta sustitución se «contrapone» mejor al «Dios lo ha permitido». Entiendo que la cuestión inicial —en el fondo— se refiere a esto que he señalado. La pregunta que se hace en el «post» es una pregunta retórica, o más bien, crítica. La crítica que se quiere establecer es el porqué cuando ocurre algo bueno, decimos «Dios lo hizo» y cuando sucede algo malo, decimos «Dios lo permitió» —como queriendo lavarle las manos a Dios por tal acontecimiento—. Ahí radica la conveniencia hermenéutica del cristianismo. ¿Acaso el permitir, en el caso de Dios, no es obrar de un modo indirecto? Para hablar en términos aristotélico: ¿Quién es la Causa Eficiente de tales eventos? ¿Se puedo hablar de una Causa Eficiente? Entiendo que sí [aunque la eficiencia en ocasiones sea cuestionable]. ¿Y quién es esa Causa Eficiente? Dios. O lo que es lo mismo, la Naturaleza. Como dijo Spinoza: «Deus sive Natura» [«Dios, o sea, la Naturaleza»]. Pero aquí «Dios» no está siendo concebido en una visión judeo-cristiana. Mucho menos está haciendo referencia a una especie de panteísmo.
En cuanto al segundo punto del antropólogo, entiendo que si vamos a dudar de la existencia de Moisés [cosa que es legítima], también habría que dudar de la existencia de Pitágoras, Sócrates y Buda. Por citar algunos casos. Si vamos a delimitar la existencia de los entes reales a un simple dato o reducido y errado silogismo [Todo lo datado existe. Moisés no está datado. Por lo tanto, Moisés no existe.], caeríamos en el escepticismo empirista y radical de George Berkeley. Este decía: «esse est percipi». Es decir, «ser es ser percibido». ¿Cuántas cosas que no percibimos existen? ¿Cuántos acontecimientos han tenido lugar y, sin embargo, no han sido constatados? ¿Cuántas personas han existido y la historiografía las ha sepultado para siempre jamás? ¿Habrá que esperar a que la etnografía o la antropología le dé su soplo de vida para que las resucite artificialmente? Una cosa es la historiografía y otra cosa es la historia. Por lo tanto, la historiografía no puede contener a la historia. O lo que es una tautología: la historia no puede ser abarcada por la historiografía.
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